Ya está aquí la tercera parte, el final de la trilogía sobre los bichos enormes del desierto que asesinan y se follan a todo lo que se mueve, continuando exactamente en el mismo punto en que se quedó la película anterior.Recapitulemos a ver si sigue la tónica.¿Gore y casquería a tope? Comprobado.¿Presentación de personajes, con nombre, datos curiosos y expectativas de supervivencia? Comprobado.¿Chicas empapadas hasta las cejas en sangre? Comprobado.¿Honey Pie? Comprobado.
Así pues parece que seguimos por donde iban las pelis anteriores, pero la verdad es que deja un poco que desear.Si en la segunda parte a ratos parecia que la peli ya no se tomaba en serio a sí misma, en ésta eso es evidente con la aparición de heroe y/o salvador y/o profeta, uno tras otro solo para morir de la manera más ridícula (aunque no deja de tener su gracia lo del karateka que va perdiendo brazos y al final lucha contra los montruos a base de patadas;me ha recordado por momentos a la escena del Caballero Negro en "Los caballeros de la tabla cuadrada" de los Monty Python) y con la aparición de los mutantes subterraneos (por no mencionar al robot gigante,¡Oh, sí!, hay un robot gigante).Al menos la motorista pelirroja de los tatuajes y los martillos es ascendida a personaje con introducción (más que nada porque ya no quedan tantos supervivientes).
En resumen, una pequeña decepción salvada por unos cuantos momentos interesantes y por unos soberbios créditos finales donde se apunta hacia la posibilidad de un Feast 4 (si es que las ventas de DVDs acompañan, que el guion ya está escrito).
PD:Hagamos todos un minuto de silencio en honor a Honey Pie, todo un mito moderno del gore y la casquería.
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