9/20/2008

La Carretera

Novelas postapocalípticas hay muchas, algunas más tétricas que las demás, algunas más alegres, rara es en la que no se atisba un rayo de luz.En "La Carretera", Cormac McCarthy se dedica a pegar puñetazos al estómago del lector, es una novela dura como pocas, la situación para los anónimos padre e hijo (anónimos porque podrían ser cualquiera en semejante situación) empieza fatal y no deja de empeorar a lo largo del eterno peregrinaje al sur a través de la carretera del título en busca de una situación mejor que, tanto el padre como el lector saben,simplemente no existe.La vida se reduce a un vagabundeo siempre al borde de la inanición y al miedo a los escasos extraños que se encuentran por el camino, pues ya se sabe que el peor enemigo del hombre cuando todo va mal es el mismo hombre.Realmente pone los pelos de punta saber a qué está destinada la única bala que les queda en el revólver.
¿Qué ocurrió para que el mundo entero se fuera a la mierda tan completamente y tan de repente?Ninguna explicación es dada, ni falta que hace para la historia pero uno no puede dejar de sospechar que el ambiente parece el resultado de cómo quedaría la Tierra despues del choque de un gigantesco meteorito,con ceniza eternamente bloqueando la luz del sol.
Por cierto, que ahora vienen SPOILERS COMO CATEDRALES.

He leido por ahí que el final desvirtua en parte el resto del libro y si bien es un razonamiento que puedo entender, no puedo compartirlo.El aparente final feliz para el niño no deja de ser un aplazamiento de la condena de muerte a la que está destinada la raza humana por entero y en parte reivindica los esfuerzos del padre por cuidar a su hijo, por llevarlo cada vez más al sur.Porque aunque el niño viva y acabe en compañia de los buenos, los portadores del fuego, el padre muere sin saberlo y pensando que su hijo morirá muy pronto tras él.Como dije al principio, puñetazo al estómago tras puñetazo.

Por cierto, por si acaso no se nota leyendo todo lo anterior, termino diciendo que es una pedazo de novela, cojonuda como ellas sola. A ver ahora como les queda la adaptación fílmica que están haciendo con Aragorn Vigo Mortensen haciendo de padre (y Charlize Theron de madre WTF!?, me da a mi que le van ampliar el papel a la mujer esta en los flashback, alguien tan famosa no creo que salga cinco minutos en una peli)

3 comentarios:

Fernando Fuentes dijo...

EXPOILER WARNINGS

Flashy,
si dan explicaciones. Es una guerra nuclear. ¿No te acuerdas del flashbask en el que el prota ve por la ventana una serie de luces y decide llenar la bañera?

Todo el ambiente que describe es el tópico de un invierno nuclear. Que por cierto es idéntico al de un supuesto meteorito.

Pero eso no quita nivel a la novela que está realmente bien aunque a mi no me gustara tanto como a Helio o a ti. Ese final me falla, falta el último puñetazo, el que te deja sin aire en los pulmones durante una temporada. Otra cosa que me estuvo rayando toda la novela es que se trata de "El Lobo solitario y su cachorro" en un escenario postapocaliptico. Ya se que eso no desvirtua ni una coma de lo buena o mala que sea el libro, pero a mi me despistaba... Y por último, no me convenció la traducción. No era una mala traducción pero el traductor usa una serie de conjunciones verbales y expresiones en plan "aoy y culto y se escribir" que me chocan con el estilo descarnado de la novela. Estoy seguro, pero me falta confirmarlo con el original, que MaCarthy escribe más "sencillo".

P.D.: Menudo tostón he escrito.

Flashy dijo...

Lo de las luces y la bañera no lo había olvidado, pero de ahí a decir que lo que pasa es que hay un puñado de explosiones nucleares va un trecho muuuuy largo (la ceniza en el aire me sigue pareciendo más efecto de un meteorito, o si acaso un supervolcán); es más no se dice, y como ya he mencionado, ni falta que hace.

Y por favor, confirma, confirma, que esta novela es de esas que seguro repito en un par de años y no me importaría leerla en inglés

Gabuto dijo...

Otro argumento a favor del meteorito; los continuos terremotos que suceden a lo largo de la película, como si las placas tectónicas se hubieran desbaratado bruscamente.