¡A los leones!

O la X novela de Marco Didio Falco.Quinto libro de mis cincuenta, se trata de la décima parte en la saga continuada (a razón de uno por año) de un informante (¿detective privado? ¿espía?) en la época de Vespasiano en el Imperio Romano.
Libros ágiles, de trama detectivesca pero con un rico trasfondo de personajes, en teoría pueden leerse de forma independiente, aunque hacerlo le priva a uno de contemplar el avance de las relaciones entre personajes, casi más importantes que la misma trama de cada novela.Así pues mi recomendación sería empezar por el primero de la saga, La plata de Britania, como toma de contacto con los personajes.Si después de leer éste no te enganchas, ya no hay nada que hacer. Pero si lo haces corres el peligro de leerte de una tacada los once primeros libros, como me pasó a mi.Sí, a veces me sorprendo a mi mismo de lo animal que puedo ser a veces (hay que ver lo bien que vienen la bibliotecas públicas para esta cosas).
Ya hablando un poco del libro que traemos entre manos, empieza con el querido protagonista, Marco Didio Falco, aliado a su más odiado enemigo , el jefe de espías del palacio imperial, Anacrites, para realizar el censo fiscal de la ciudad, es decir , sacar dinero para impuestos todos los ricachones (y no tan ricachones) de Roma. Por supuesto, conociendo a Falco, éste no tarda en verse envuelto en un asesinato relativo a su trabajo que se empeña en dilucidar.Y cuando esta muerte es nada menos que la de un león de una compañía de juegos, los problemas empiezan a sucederse. Además, Falco recibe la inestimable ayuda de su amada Helena Justina, hija de senador , a la que nadie entiende como es posible que se relacione con él, y menos aún la familia de Falco, siempre dispuestos a entrometerse y crearle más problemas.
Sin ser la mejor novela de la saga de Falco ( ese título se lo dejo para la cuarta, La mano de hierro de Marte), es una de las que la trama personal entre caracteres avanza un poco más de lo habitual.Y era una relectura, de cuando por fin me compré el libro, eso sí en edición de bolsillo, que no está la cartera como para gastarme los 25€ que cuesta cada uno en tapa dura.
Ale