He visto cosas que pocos creerían...

...currando en una gasolinera, como ya puse hace tiempo.Pero desde entonces hay dos cosas que he presenciado que son el perfecto ejemplo de ese dicho de que las apariencias engañan.
Lo primero en un Renault 19 viejo cascado con cuatro marroquís desharrapados y casi sin hablar bien el español, pero el cuarto de ellos bien calladito en la parte de atrás mientras leía "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez; a cuadros me quedé.
Lo segundo fue ver a un albañil recién salido del curro todo pringado en una C15 sucia y llena de cacharros al que al ir a pagar pude comprobar que llevaba en la cartera el carnet de miembro de Los Vengadores con su foto puesta(solo conozco a dos personas que lo tengan y la otra lo más cerca que ha estado de un andamio habrá sido al ver una obra por la calle).
Y por cierto, ya que hablo de gasolinera, aquí va un aviso, un comentario o una advertencia, tómenlo como deseen.Se acerca el verano, empieza a hacer calor y las chicas pues van más ligeritas de ropa.Pero puede darse el caso de una chica que no quiera salir de su coche, que ya se sabe que todos los gasolineros son unos cerdos salidos que no paran de mirar de malas maneras.Pues bien, todas esas modositas deberían saber que los espejos retrovisores suelen estar colocados en la posición idónea para que, desde la zona del depósito de la gasolina, se pille un primer plano de zona pectoral de la susodicha conductora(y sin tener que verle la cabeza).Esto es de dominio público y, según me han contado,práctica habitual.Es que hay cada elemento suelto por ahí.
En fin.